Afganistán y Colombia, Mujeres bajo el mismo lente. Las Calvas de Puerto Gaitán
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foto tomada de internet. |
Quizás desconozcas que lo que le sucede a las mujeres de Afganistán no difiere mucho de lo que le pasaba a las mujeres en Puerto Gaitán Colombia en los años 1997 y 2005, quizás ahora mismo esté pasando en algún lugar donde los grupos paramilitares son los que continúan imponiendo las reglas sociales que regulan la convivencia aunque muchas veces están por encima del derecho constitucional.
Para ubicar un poco mas al lector acerca de Puerto Gaitán es un municipio del departamento del Meta, una de las regiones petroleras más importantes. Con referencia a los grupos paramilitares, estos fueron el resultado de la fusión de grupos armados organizados, las convivir, miembros del ejército nacional; las cuales fueron creadas y respaldadas por algunos miembros de la élite de poder con la intención de luchar en contra de la guerrilla, dicen quienes las crearon, otros dicen que fueron creados con el fin de imponer un modelo económico.
Por estos días en que las historias de Afganistán, la invisibilización y violencia femenina nos aterroriza, es bueno recordar que este no es un fenómeno de países fundamentalistas. Las calvas de Gaitán fue una práctica impuesta a adolescentes menores de edad, secuestradas, rapadas y esclavizadas por actos tan simples como llegar tarde a casa, por chismosas, coquetas, infieles, desobedientes. Por pelear, por tener enfermedades venéreas o abortos. Es de aclarar que también fue para los hombres quienes eran obligados a portar fusiles. Ambos terminaron esclavizados por paramilitares.
Ya en manos de estos grupos las mujeres eran obligadas a cumplir labores a pleno sol como: “Cargar agua, bultos pesados y malolientes, desyerbar, partir piedras y tirarlas a la carretera.
Algunos días les tocaba trabajar en ropa interior, mientras que la única muda que tenían se secaba. Solo recibían una comida al día, en ocasiones tuvieron que cambiar sexo por comida”* Este es parte de un testimonio recogido por la defensoría del pueblo en el 2011 del centro de Memoria Histórica (CNMH)
bajo el nombre de Violencia paramilitar en la altillanura: Autodefensas campesinas de Meta y Vichada.
En otro aparte cuenta como a manera de escarmiento y como castigo a su conducta las sometían a tratos degradantes e inhumanos como ofrecer servicios sexuales a miembros de la organización, lavar, cocinar y trabajar en los laboratorios de procesamiento de coca. Éstas menores esclavizadas no solo eran reclutadas por querer tomarse un trago o salir a un bar, también fueron reclutadas en los colegios, barrios, hasta fueron raptadas de sus propias casas.
Otra práctica cruel fue la que después de raparles la cabeza delante de los padres o en público, las obligaban a caminar totalmente desnudas por el pueblo y seguidamente tener relaciones sexuales con paramilitares. Éste acto de rapar sus cabezas tenían el propósito de señalarlas como infractoras y de paso “moldear y corregir las desviaciones”
Un dato que vale la pena mencionar es que estas denuncias fueron puestas en conocimiento de las autoridades y mas bien contaban con el visto bueno del comandante de la policía, personero municipal y la fiscal de Puerto Gaitán. Dos ex alcaldes encargados de proponer esta práctica a los grupos paramilitares Edgar Silva y Oscar Bolaños y de actuar en conjunto con ellos, fueron investigados por tales hechos en 2018.
Estas prácticas que comienzan con el feudalismo y con la iglesia como principal protagonista en donde lo femenino es mirado como diabólico y pecaminoso y tanto el deseo, sexualidad, cuerpo, buscan ser cuestionados, controlados por los hombres, nos muestran que como sociedad no hemos evolucionado aunque hemos hecho buenas copias de unos cuantos edificios modernos, carreteras en un intento aparente de mostrar nuestro “desarrollo económico y social”
Toda esta información es vigente porque estamos en épocas en las que lo monstruoso se repite como sucede ahora mismo en Afganistán. Cuando los talibanes gobernaron entre 1996 y 2001, las mujeres no podían ir a la escuela, obligada a cubrirse el cuerpo totalmente, salir de la casa solo acompañada por un varón, y si no cumplían las reglas del estado misógino eran azotadas públicamente, en algunos casos verse condenadas a la lapidación. Con la vuelta de los talibanes al poder, estas y otras prácticas regresan.
En el caso de Colombia el ojo hay que ponerlo en la misma llaga. ¿Quiénes estarán en el poder en los próximos años? ¿Cuáles son las ideas de mujer, mundo, sociedad y qué prácticas han defendido en su vida como representantes de un partido o de una comunidad?
Estamos a un paso de la conquista de una sociedad mas equitativa, o una en donde lo que sucedió en Puerto Gaitán se repita. El anterior paro nos ha demostrado que vivimos bajo los mismos preceptos de los Afganos, el derecho a la vida de hombres y mujeres está amarrado a la obediencia ciega de normativas que así estén en contra de lo que hemos conquistado, hay que aceptarlas; de lo contrario la muerte es el castigo.
Rosalba Henao
Las calvas de gaitán en youtube, noticias uno
https://judicialmodernaenaccion.blogspot.com/2013/03/las-calvas-de-puerto-gaitan.html
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