Parce, nos taparon el mural


                            Por: Rosalba Henao




Un relato de una de las tantas violencias culturales en Colombia.


 

En un mensaje de Wasap fue como Raws le dio la noticia al Rojo (Rojoner) a tan solo un día después de haber terminado el  mural, que lo habían borrado.  Ambos artistas habían estado muy felices por el permiso otorgado en una unidad residencial, ambos residentes de Pereira, ciudad ubicada en el eje cafetero, en donde en los últimos años las paredes mas olvidadas se han visto reavivadas por el color gracias al trabajo silencioso y dedicado de artistas y promotores de la cultura en un intento de darle un nuevo rostro al país. 

Para Raw, un joven artista de talla nacional, pintar con el Rojo no solo era seguir aprendiendo, era también una forma de honrar el trabajo de uno de los pioneros de las  intervenciones en espacios públicos,  hoy reconocido a nivel internacional por la calidad de su trabajo.  

 

 “El trabajo de los vándalos” 

 

“Cuando le extendí la invitación, al Rojo dudaba que aceptara por su talla de artista internacional y por lo ocupado que mantiene, sin embargo acepto diciendo que ese espacio es un lugar soñado. 

Algo muy bonito que pasó mientras pintábamos  fue que la gente se asomaba por las ventanas a decirnos gracias, un señor  bajó a felicitarnos y a tomarle foto para mandarle a su hija.

Ese día terminamos muy apurados y no hice las fotos, al día siguiente fui y ya no estaban!!!

Sentí como si me fuera a atropellar un carro, y quede en blanco totalmente, no sentía nada. Pensaba en el esfuerzo de mi trabajo, la inversión en tiempo y dinero, pensé mucho en la gente que le gusto, en el tiempo del Rojo, el que pudo haber pasado con su hija y que  sacó para apoyarme. Todo ese día lo pasé mal. Y es que el arte se convierte en un estilo de vida, un escondite, un espacio para cruzarse con las personas, la gente lo trata a uno con respeto. A la hora de pintar yo lo dejo todo, mis sueños, mis pensamientos, todo lo que vivo. En un muro queda también la gente que lo apoya, es el esfuerzo de un trabajo colectivo, son ellos los que dan el ánimo, los que van a sentir el color. 


Hace poco le hice una pregunta a unas chicas de cómo se sentían en los espacios públicos y me dijeron que se sentían seguras con otras mujeres, por eso quise pintar una mujer para que no se sintieran solas. El mural muestra a una mujer tapándose el rostro por los hechos de acoso y violación que vienen  ocurriendo con mas fuerza en los últimos meses. Use también simbologías indígenas como elementos  de resistencia y valor”

¿Tuvieron algún problema? No Solo un señor llamó a la policía y vinieron a preguntar, ellos hablaron con la señora que nos dio el permiso y pues ellos dijeron que eso no les parecía vandalismo, que les parecía muy bonito lo que estaban haciendo y se fueron.

 

La Doña  del permiso

 

Cuando los muchachos nos presentaron el proyecto del mural sobre la pared de mi negocio, a mi me gusto la idea.  Cuando me preguntaron que me  gustaría ver pintado en ella, yo les dije haga lo que quieran el todo es que se vea bonito. Pensaba en que estas paredes están muy feas y sucias, pensaba en la temática del café, y que un lugar bonito atraerá clientela. Si bien esto es una unidad residencial, pensaba que a la gente le  gustaría ver mejorado el lugar. Lo que ellos hicieron me gusto mucho. Estaba muy animada, mi hijo estudia también arte, pero al otro día estaba sentada y vi a un señor dando patadas y diciendo que eran unos vándalos y que iba a hacer borrar el mural, ahí supe que era el administrador.  La verdad me puse muy triste, la comunidad también lo estaba por el hecho sucedido. Yo no entiendo,  desde  hace días se cayó la cámara de seguridad y eso si no lo corrigen. 

- Cuando llegaste a vivir aquí,  recibiste el manual que rige la unidad que usualmente te hace llegar la administración? 

- No ni siquiera conocía  el administrador

 

El consejo de la unidad residencial

 

Me conecte a la reunión pensando en lo mucho que tendríamos que solucionar. Que las humedades que nunca terminan, que la gente que no paga, que los robos, que los problemas entre vecinos que no cesan, que los dueños de los perros que no asean, que la piscina que se come el presupuesto y que nunca hay suficiente para reparar los daños, que las drogas, que el problema de los parqueaderos.  A la lista que conozco desde hace mas de 20 años, ya se habían sumado otros muy graves. Mientras esperaba recordé los cuatro largos años  que había tenido que esperar en el pasado para que sanearán las humedades  de mi vivienda, y me pintaran dos paredes que  se la habían consumido los hongos. Tutelas, enfermedades, discusiones, incomodidades llovieron en segundos. A la larga lista de soluciones por definir se agregaba la que llevaba en el  bolsillo.  

Días antes mirando Instagram de casualidad vi un mural muy bonito, que al verlo con detenimiento sentí   mucha alegría. Conocía exactamente el lugar  y por un momento pensé que andábamos de la mano con el arte. El gozo duró poco porque me di cuenta que lo habían borrado.

 

Antes de empezar la reunión les pregunté quién había dado la orden de borrar la obra de arte  y el porque si estaba tan bonito. ¿De cuál mural hablas? preguntaron algunas. Del que pintaron unos artistas y que ustedes mandaron borrar! ¿Con qué presupuesto si aquí no se ha discutido eso?  pregunto otra.

Eso lo hicieron unos vándalos que vinieron a hacer grafitis y no podemos dejar que a la unidad la ensucien respondió otro. Mi pregunta es  de donde salió el dinero para borrarlo, estamos sin presupuesto y mucha gente pidiendo arreglos? 

Yo di la orden, dijo otro miembro. Para ello no tengo que preguntarle a nadie ya que solo cumplo órdenes y eso está en contra de las reglas de la unidad. 


Bajo la promesa de la indagación  de lo sucedido, mi cuerpo se quedó  allí pero me quede pensando en la facilidad con la que habíamos entrado en esa arbitraria lucha que en los últimos años se estaba dando en el país. El orgullo de los que descubren sus raíces, sus historias, sus símbolos y quieren  compartirlo en las paredes. La vergüenza de los que siguen sonando con la blancura que nos trajo la colonización. 

Habríamos actuado diferente si en vez de pintar una mujer con rasgos locales  y símbolos indígenas hubieran pintado la mona lisa?  

En Colombia no se está dando una lucha por tener las paredes blancas, en el muro se está plasmando una identidad que inicia con la comprensión  que somos mas que una suma de pieles que se agrupan, que tenemos diversos colores, formas de pensar y vivir con el entorno. Esos multiversos desterrados  desde la colonia regresaron de la selva, los colores retornan  y le hacen ruido a los que solo ven el blanco. 


Los crímenes  culturales se vienen dando con mas fuerza en los últimos años, grandes murales representativos de nuestra identidad que llevan días enteros en ser pintados son borrados en segundos, muchos de ellos han sido pagados por las mismas entidades estatales y luego otras entidades los desaparecen. Esta conducta de negación de la identidad a través de la imagen, nos avergüenza tanto como reconocer que somos una cultura triétnica, como reconocer que tenemos 70 lenguas; el castellano y 69 lenguas maternas. El día del  idioma en todas las instituciones solo se celebra el español, negando los que son hablados por 87 comunidades ancestrales.  Y así como desaparecen esas  comunidades para apoderarse de sus territorios,  como desaparecen los defensores del medio ambiente,   los líderes, los que piensan diferente, desaparecen las imágenes que muestran la multiculturalidad a la que pertenecemos. 

 

A México le llevó mas de un siglo. Esos hombres y mujeres bajitas y de rasgos indígenas que empezaron a aparecer en las paredes  avergonzaba a quien solo había visto generales, edificios, paisajes foráneos, señoras de la alta sociedad. La calle, el trabajo, la tienda, los nuevos rostros, avergonzaba a quienes concebían el arte con la métrica perfecta  de las catedrales góticas  europeas. "El arte honesto"como  decía siqueiros que se estaba creando en América y en África no era comprendido, por eso los taparon. Hoy cada pieza de los muralistas de aquel entonces se conservan como las joyas mas preciosas.  Otros países latinoamericanos han dado con mas suerte, ya que desde el siglo pasado muchos artistas habían creado movimientos en lo que lo propio empezó a ser parte fundamental de su obra. Entre otros, solo por citar algunos:  Guayasamin, Julia Codesido, Jose Sabogal, Roberto Mamani, 

 

Como bien lo dijo un educador por el arte, el analfabetismo del nuevo siglo, no es de aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no saben interpretar una imagen y de lo que esta representa, esas obras que dan fe de la memoria de una nación seguirán siendo desaparecidas.


A la mayoría lo que les deja contentos es seguir viendo angelitos blancos en el cielo.  

 

 

 

 

 





Comentarios

Entradas populares de este blog

Arte y Prision: Oscar Lopez Rivera

Partió LUISITO AYALA, uno de los bravos de la "Salsa Dura"