La Nueva Masculinidad: El comienzo de un nuevo ciclo.



Por: Rosalba Henao
Foto: Juan Cifuentes


La  nueva masculinidad,  tiempo de renacimiento. Al hombre se le devuelven lo robado: El alma y el don para sentir,  para amarse a sí mismo  y  el respeto que debe  a su propia vida. Ahora camina más allá de su ser objeto y de producción  de dinero, sexo  y  guerra.

Libre de su armadura cesa la necesidad de subyugar mujer y territorio,  lo que creyó que una vez le fue entregado para sentirse superior. Ahora ve  su lugar de persona, se reconoce en los otros. Ahora comprende que su vida depende hasta de la bacteria más miserable  y cuyo trabajo produce para él,  el alimento vital, oxígeno..

Hoy,  en el vocabulario de los nuevos hombres existe la palabra perdón. Perdón  para sí mismo por  los años de inconsciencia ya que  teniendo la libertad de espíritu  en sus manos,   encadenó su alma al servicio del poder ilimitado y ciego.  Perdón a los otros por todo aquello que le fue arrebatado en todos estos siglos con la intención de hacerlo más valiente.  Ahora posee el  don de sentirse vivo y temblar de emoción   ante la belleza de una flor y enamorarse profundamente del color Rosa, el negro  o el amarillo sin sentir vergüenza.

Hoy nace un nuevo hombre  en cuyos ojos cabe la lágrima y en cuya piel reconoce el océano.
Urge del tiempo de descanso para  jugar con sus hijos e hijas sin importar la edad.  En los imaginados  caballos de palo,  le dan la vuelta al mundo y los dragones pueden ser hadas madrinas  vestidas de colores vigilando sus  sueños .

El hombre objeto,  hombre dinero,  hombre piedra, mueren y dan paso al hombre en cuyo corazón alberga la vida y se   reconoce parte del todo.. Un hombre en cuyo tiempo cabe la risa,  puede hablar del miedo,  mirarse al espejo para reconocer su  belleza, sin temor a ser mirado con desconfianza.  No siendo más objeto,  deja su alma robot y de producción indiscriminada de lo que no es útil al ser  humano y  siembra  aquello  que lo perpetúa con decencia.  Dejando atrás su alma piedra abraza con amor la vida que sale de su Gentre.
Dotado de sensación y de llanto, el agua  limpia  los cristales de sus ojos para ver más allá de la ambición y descubre su sendero de co creador de todo lo que existe. Ahora puede disfrutar de la completitud de sentirse rey,  siendo soberano de su instinto y de su cuerpo.
Mujer  y territorio son ahora las compañeras de viaje en este corto paso por el  mundo   de ríos, selvas y montañas.  Tú y ella; Vientre y Gentre* son continuadores incesantes de la vida en cuyas manos reposa  la expansión del universo.

Fuente de inspiración: Los príncipes que no son azules de Aaron Kipnis 
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Gentre: Órgano reproductor masculino que alberga la vida.
New  York, Febrero del 2017


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