Recibimiento inmerecido al presidente Petro en NY


Por: Rosalba Henao

En tierras lejanas somos dos veces parias, digo para los Colombo- Yorkers, lejos de la nación a la que amamos y lejos de alcanzar la atención de un consulado que siempre ha estratificado los servicios que proveen.

Esta atención no fue diferente tampoco para el presidente recién elegido, El presidente Petro llegó a New york para asistir a la asamblea de la ONU y de paso encontrarse con los seguidores a través de una cita coordinado por el consulado que resultó no solo pésima si no irrespetuosa e inmerecida para con las personas que asistieron al evento y con los artistas invitados.

¿Dónde quedó la suntuosidad y el derroche con la que el gobierno de Iván Duque y sus representantes hacía todas sus cosas? ¿Acaso el trato recibido fue causado por ser un representante de un partido diferente de quienes ahora trabajan en el consulado?
Pues no, salió del bolsillo de cada colombiano que viven fuera y dentro de la nación. Es de anotar que quienes vivimos fuera aportamos 8.597 millones de dólares al presupuesto de la nación en el 2021.

Una breve descripción siempre suena mejor que una interpretación, Al llegar nos encontramos con una feria de los emprendedores, un recibimiento al aire libre. Tamales, flores, globos y una variada oferta al público. Está claro que unos íbamos a recibir al presidente y otros a ofrecer sus productos.

La citación era para las 5 de la tarde y desde las 3 ya habían algunas personas, haciendo fila.

Muchos llegaron  temprano para tomar el mejor puesto, a las 5 pm  empieza la función, grupos de variada expresión del folclor colombiano. Algunos muy buenos, otros no, pero en general quizás hubiesen podido brillar un poco mas,  en un lugar mas apropiado. El piso totalmente inadecuado, cemento y piedra  para la presentación de los bailarines. Su acrobacia ese día fue buscar mientras bailaban  el pedacito mas seguro para no caer.



Un grupo del folclore del atlántico (inmigrantes) tuvo que dejar la mitad de su grupo por falta de presupuesto,  el micrófono que no funcionó  en medio de una canción de una pareja que imitaba un cantante de vallenato.  Un grupo de bailarines de danza y salsa  que hicieron lo mejor que pudieron intentando esquivar las piedras del suelo mientras se acercaban a saludar al público. Bailar salsa en tenis hubiera sido lo mejor para la seguridad propia sobre todo para las mujeres que usaron tacones altos.


Afuera del escenario  hablábamos de cómo hubiera sido esta larga espera sin arte pero también inquietos por las condiciones para los artistas,  "respeto para el artista" un grupo se atrevió a decir en medio de su presentación.  



Pasando las horas embarazadas, niños y adultos de la "tercera juventud" buscaban el lugar mas apropiado para descansar un poco, un andén, recostarse sobre la reja aliviaba un poco el cansancio.  Las voces de inconformidad se empezaron a dejar sentir. La bandera!, la bandera!, desde el público se escuchaba. Al parecer no hubo tampoco presupuesto para ello. Momentáneamente la colocaban en la pantalla electrónica ante el clamor de los participantes.


Creo que otro de los desaciertos fue la invitación a moderar a dos periodistas que han sido duros críticos del actual presidente. ¡Pinochos!,  ¡Fuera paracol!¡ Fuera Caracol y Fuera RCN!, gritaban los asistentes. Y es que las mentiras y el ocultamiento a las verdades de la corrupción y la guerra en Colombia son perdonables para  los periodistas que viven dentro del territorio, ya que el periodismo independiente arriesga la vida; está amenazado  por la ultraderecha y los grupos del narcotráfico. Muchos han sido asesinados. Para    los que viven en EE.UU, el ejercicio del periodismo foráneo cuenta con mas garantías. Hay que recordarles a Adriana Vargas y Luis Alejandro Medina, que fuera del país existen cadenas internacionales, universidades y medios serios que no ocultan lo que pasa en nuestro suelo y por lo cual muchos de los colombianos presentes vivimos  bien informados.


Fue entonces malo todo lo que pasó en Queens? por supuesto que no, había una gran alegría, gente que había llegado desde ciudades cercanas, también un gran preocupación ya que se conocía el estado delicado de salud del presidente, recomendado por su médico no recibir cambios drásticos de temperatura y a última hora el consulado decidió informar que el evento sería al aire libre.


Paraditos todos, incluyendo la comitiva, como si se tratara de una misa, lo mas bonito de la noche se empezó a sentir con el cálido discurso del Presidente del distrito de Queens, Donovan Richards, La improvisación del Himno de Colombia, y Luego la emoción de  escuchar de cerca a un hombre con una lucidez envidiable, con la  visión sistémica que lo caracteriza. 

Volver a casa después de 5 horas y 30, para otros el regreso de 10 horas,  pero con la alegría siempre de escuchar nuevas cosas  cada vez que se escucha los discursos de un presidente que tiene en su corazón, su barrio, su nación y el mundo entero.


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