EDGAR ALLAN POE: un recuerdo en movimiento.
Casa de Poe en el invierno |
Esta en un pequeño parque situado
en el condado del Bronx, NY (Grand concurse y Kinsbrigde) como homenaje
al gran maestro universal del cuento corto y de los escritos de terror.
Además de la casa que guarda
las cosas que el escritor uso durante sus últimos días, se encuentra el centro de visitantes, el
cual siempre tienes actividades: Exposiciones de arte, talleres, clases de todo
tipo.
Es de admirar el improvisado gimnasio donde las sillas usadas
para las conferencias, al instante se convierten en las pesas o como soporte que los
diferentes entrenadores usan en sus
clases diarias de boot camp, relajación
y tonificación, estiramiento, aeróbico, tai chi.
No deja de ser una experiencia fascinante que mientras pasan
las rutinas de ejercicios, se pueda
apreciar una obra de arte.
Todo empezó con la idea de
sus creadores, con las ideas
que las personas fueron aportando de lo que querían que hubiese en el
lugar y sobre todo con la paciente labor de Lucy Aponte, quien estuvo desde el
inicio y de Laura Alvarez quienes escuchaban las peticiones de la comunidad, para luego
convertirlas en proyectos. Ellas no solo atienden al público, igualmente, hacen
las veces de maestras cuando no hay voluntarios disponibles para los cursos que han solicitado las personas.
Un bonito trabajo conjunto de creadores, trabajadores,
voluntarios en donde cada persona tiene algo por aprender, algo por dar, haciendo del sitio un cálido
lugar.
Aquí en este pequeño espacio, habita un recuerdo vivo de alguien que cambio con sus relatos, las historias de personas y ha motivado cambios significativos en el arte. Aquí en unos cuantos metros cuadrados fluye la cultura en movimiento, confluyen todos los saberes y sobre todo, aquí se
esfuma esa antigua, odiosa y empolvada división entre
mente-cuerpo que desde épocas remotas sigue tan presente en nuestro tiempo.
Casa de Poe en el otoño |
Casa de Poe en el verano |
Centro de visitantes |
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